El proceso de formación prevé un recorrido de siete años dividido en dos periodos de duración respectiva de cuatro y tres años.
Los cuatro primeros años ofrecen a todos un camino a lo largo del cual se abordarán cuarenta y ocho temas, uno por cada mes, que de forma progresivamente más profunda permitirán a los alumnos conocer y distinguir la realidad subjetiva, es decir la realidad filtrada y luego alterada por cada ser humano de forma totalmente inconsciente, de la realidad objetiva, o sea la realidad por lo que es, más allá de las interpretaciones y los mapeos individuales.
Los tres años siguientes prevén recorridos personalizados en los que los alumnos tendrán una relación directa y única con el fundador de la escuela, con la posibilidad de trabajar de forma más específica y dirigida sobre sus actitudes personales, sobre sus creencias limitantes, es decir, sobre los límites de su propia «prisión» existencial generada por precondiciones, prejuicios, ideas nunca verificadas, entrando finalmente en contacto con la realidad objetiva de las cosas.